Diferentes mundos

Cómo cambia la visión del mundo a medida que avanzamos por él… que no siempre con él. Tras un ejercicio de contemplación me doy cuenta de que en la infancia, se podía parecer bastante a una película de Walt Disney. En la adolescencia podía mezclar escena de Spielberg con cualquier comedia romática de los noventa, y ahora, es dificil observarlo con la inocencia de un niño, aunque a veces parezcamos dibujos animados que se mueven al antojo de la mano de su creador.

También es fácil ponernos una banda sonora dependiendo de los acontecimientos que vayan sucediendo en nuestra vida. Quizás en algún momento pudimos pensar que la nuestra era la digna merecedora de ese premio tan codiciado en el mundo del cine. O tal vez lo pudo ser ese guión que nos marcaron en algún momento determinado de nuestra vida y que aprendimos como alumnos disciplinados.

De repente el mundo se tambalea porque cuando no hay equilibrio es muy complicado mantener la templanza. Si no encuentras la estabilidad probablemente termines cayendo pero es un ejercicio de todos mantener la balanza justo en ese punto donde además todos nos podamos ver las caras. No es fácil mirarse a los ojos cuando unos están arriba, otros en medio, y otros debajo. Esto se vuelve aún mas complicado cuando las proporciones tampoco son equilibradas. El peso de alguno de esos grupos terminará poniendo la nota discordante en la melodia la vida. Y así, al final, cada uno bailará su propia canción sin importar, ni si quiera, si los demás sienten el ritmo.

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