No se si es cosa mía, puede serlo, pero siento que en este mundo la injusticia ha acampado a sus anchas ganándole terreno a ciertos valores que estaban unidos al ser humano. Y yo, desde hace tiempo ya, discrepo con la definicion de lo que es «ser humano».
Nos quejamos de las máquinas pero quizás ellas son más justas a la hora de establecer un baremo «desligado de» y «basado solo en», es decir, que para conseguir algo hay que luchar por ello y lograrlo, no hay que pisar a alguien y robarlo, o conocer a alguien, y solo por eso, tenerlo sin ni si quiera luego defenderlo.
De mi trabajo, el que hago por dinero, solo me motiva la empatía, aunque en apariencia soy salvaje. No me convence la idea de ir a una oficina a dejar que pasen las horas y nada más. Me gusta involucrarme en las historias que lo requieren, y soy mecánica con los trámites que no precisan el factor humano. Pero lo que no soporto es la desidia, la falta de interés, de formación, de trabajo, de humanidad, de honestidad, la doble moral, la opresión, la anulación, y la injusticia. Y sobretodo, no entiendo, que todo esto se premie.
Así que, si no me gusta este mundo y no puedo cambiarlo… y no pienso bajarme de él, al menos de manera voluntaria, solo me queda la queja. A veces dejo que adquiera un sonido que sale de mis labios con la fuerza de una bala disparada a bocajarro, y otras, la más terapeutica, la expreso con mis manos.
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